Capítulo 16 *Otra vez juntos*

*Narra Dani*

Sandra: ¡Hola guapo!

Dani: Hola pequeña!

Sandra: Sabes con quién he hablado?

Dani: Con quién??

Sandra: Con Magí – Al leer eso se me cayó el mundo encima, no quería que la metiera a ella en esto.

Dani: Y que te ha dicho?

Sandra: Que estás muy triste y que me deja ir con vosotros.

Dani: En serio?

Sandra: Siiiii.

En ese momento empecé a sonreír como un tonto enamorado, y los chicos me miraban bastante raro.

Carlos: Con quién hablas pillín.

David: Pues con Sandra quién sino.

Blas: Y ese cambio de humor tan repentino?

Dani: Magí le deja venirse con nosotros.

Álvaro: Y Paula viene?

Dani: Supongo.

Acabamos de cenar y yo ya estaba más animado. La noticia me había hecho muy feliz, aunque parecía que a Álvaro no tanto. Supongo que estaba demasiado triste por Paula. Como ya empezaba a refrescar nos metimos dentro de casa y pusimos la tele. Carlos como no se fue a buscar chocolate porqué tenía hambre. Vimos una peli sobre zombies, y luego cada uno volvió a su casa.

Cuando llegué a mi casa me fui a dormir. Tenía unas ganas locas de que fuera mañana para poder ver a Sandra.

*Narra Sandra*

Me levanté a la quinta vez que sonó la alarma, lo sé soy muy dormilona, y me vestí. Fui a desayunar y vi que Paula ya estaba despierta. Cuando acabamos cogimos las maletas y fuimos a la estación de tren. Estábamos las dos muy contentas de poder ir, al fin y al cabo eran nuestros ídolos.

Sandra: Tengo unas ganas de llegar que no veas.

Paula: Ya somos dos. Todavía no me lo creo.

Sandra: Ya ves. Estoy saliendo con Daniel Fernández Delgado.

Paula: Al final mereció la pena madrugar.

Sandra: Y cotillear. – Y nos reímos las dos.

Paula: Qué recuerdos.

Sandra: Ya ves. Ahora hablando en serio, ¿por qué no le das una oportunidad a Álvaro?

Paula: He sufrido demasiado, y no quiero que me vuelva a hacer daño nadie.

Sandra: Pero él es el chico de tus sueños, él es diferente.

Paula: Sé que él es diferente, pero tiene que demostrarme algo más. Además es famoso, y eso significa muchos problemas.

Sandra: ¿Y quién dijo que el amor era fácil?

Paula: Nadie. Desgraciadamente no lo es.

El viaje en tren se nos hizo bastante corto, porqué entre risas y bromas llegamos a Madrid enseguida. Adoraba Madrid, es aquella ciudad a la que iba cada año y aún así no me cansaba. Deseaba irme a vivir a Madrid, pero era muy complicado. Madrid para mí, era aquella ciudad donde podías pasear por parques inmensos, y a la vez perderte entre los rascacielos.

Salimos de la estación de tren y llamé a Dani para quedar en algún sitio. Vino a buscarnos y nos fuimos hacia su casa. Me dijo que dormiría allí con él, y que Paula se iría a casa de Álvaro.

Dani: Ya hemos llegado.

Sandra: Tu casa es preciosa cielo. – Y le di un buen beso.

Álvaro: Hola chicos.

Paula: Hola!

Álvaro: ¿Vamos Paula?

Paula: Vale, adiós luego nos vemos chicos.

Ellos se fueron y Dani me ayudó a organizar un poco la maleta. Ya era la hora de comer y como no había ganas de cocinar, nos fuimos a comer fuera.

Sandra: ¿Dónde vamos a comer?

Dani: Dónde tú quieras, hoy eliges tú.

Sandra: Me apetece ir al retiro.

Dani: Pues allá vamos.

Sandra: Genial, me encanta ese sitio.

Dani: ¿Ya habías estado aquí antes?

Sandra: Sí, casi cada año vengo. Y nunca me canso de venir, me encanta Madrid.

Dani: Pues a mí me encanta Barcelona.

Sandra: Lo sé Danielo – Y los dos reímos.

Dani: Estamos en desventaja, tu sabes más de mí que yo de ti.

Sandra: Cierto, yo me sé toda tu vida.

Dani: Veo que eres una buena Auryner.

Sandra: Ves  bien.

Fuimos caminando hasta el Retiro. De vez en cuando, alguna que otra fan nos paraba, pero no me importaba. Las veías tan felices y nerviosas, y me recordaban a mí hace unos días. Comimos unos perritos calientes y nos sentamos en el césped para descansar un rato.

Estuvimos un rato tumbados y hablando de nuestras cosas. Fuimos a comprar un helado, y nos manchamos la nariz el uno al otro. Me lo estaba pasando muy bien, y no quería que aquello acabara nunca. Él estaba con la espalda apoyada en un árbol  y yo sentada en sus piernas. Nos estábamos besando, cuando oímos a alguien chillar a lo lejos. Nos giramos y ahí estaba Carlos.

Carlos: ¡Qué bonito!

Dani: Vete a la mierda.

Sandra: ¡Hola Carlos! – dije mientras me reía por la escena.

Carlos: Veo que llego en mal momento.

Dani: Siempre lo haces.

Sandra: Pobrecito, no lo hace adrede.

Carlos: Suerte que estás tú, que sino este me mata. ¿Os venís?

Dani: ¿A dónde?

Carlos: Voy a casa de David.

Sandra: A lo mejor luego nos pasamos.

Carlos: Vale. Adiós parejita.

Dani: Adiós Charlie.

Nosotros continuamos a nuestro rollo, como si sólo existiéramos él y yo. No decíamos nada, simplemente nos mirábamos a los ojos y nos besábamos. Éramos como dos niños felices, y no nos importaba lo que pensaran los demás.

Dani: Te quiero. – Me dijo mirándome a los ojos.

Sandra: Te quiero. – Le dije volviéndole a besar.

Dani: Eres increíble.

Sandra: Todavía no me creo esto.

Dani: Pues créetelo pequeña.

*Narra Paula*

Me fui a casa de Álvaro y mientras yo deshacía la maleta, el preparó la comida. Comimos los dos juntos entre risas y anécdotas. La verdad es que me lo pasaba genial con él.

Álvaro: Mañana tengo una sorpresa para ti.

Paula: ¿El qué? Odio las sorpresas.

Álvaro: Sé que las odias, pero necesito que cambies de opinión sobre mí.

Paula: Está bien… ¿He de ir elegante?

Álvaro: Con un vestido estarías perfecta, pero no te pongas demasiado tacón.

Paula: Estupendo.

Álvaro: ¿Damos una vuelta? Así te enseño un poco Madrid.

Paula: Vale, cojo el bolso y bajamos.

Dimos una vuelta por Madrid, y él me enseñó lo más importante que había cerca de su casa. Ahora entendía por qué Sandra adoraba esta ciudad, era tan bonita.

Llevábamos un rato hablando y paseando, y como estábamos cansados entramos en un bar a tomar algo. Allí había unas chicas que se hicieron fotos con él, y después nos sentamos en una mesa que estaba más apartada.

Álvaro: Me han dicho los chicos que van a ir todos a casa de David, ¿quieres que vayamos?

Paula: Claro, estará bien. ¿Van a ir Sandra y Dani?

Álvaro: Han dicho que a lo mejor se pasan.

Paula: No creo que se pasen, estarán demasiado ocupados. – Y los dos nos reímos.

Álvaro: Pasado mañana tenemos un concierto, ¿os vendréis?

Paula: Por supuesto, será un placer.

Álvaro: Gracias por venir.

Paula: No hace falta que las des, somos Auryners ¿recuerdas?

Álvaro: ¿Vamos ya para casa de David?

Fuimos dando un paseo hasta casa de David, y por el camino no paramos de reírnos. Yo no paraba de darle vueltas a la sorpresa que me daría al día siguiente. Supongo que no debería preocuparme, pero odiaba las sorpresas.

Llegamos a casa de David, y como suponía ni Dani ni Sandra estaban ahí. Cenamos todos juntos entre risas y bromas. Carlos nos contó cómo les había cortado el rollo a Dani y Sandra, y eso nos hizo mucha gracia.

A la 1 más o menos nos volvimos a casa, ya qué el día siguiente habíamos de madrugar. En casa, Álvaro y yo dormíamos en la misma cama, y la verdad no me desagradaba la idea. Como pijama sólo llevaba unos pantalones, y la verdad estaba muy sexy.

Álvaro: Buenas noches princesa.

Paula: Buenas noches SmilerBoss.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola!! Siento haber tardado tanto en subir, pero entre la depresión por MCA y el concierto, no he tenido tiempo. Gracias a las que me leéis y las que comentáis. Entre la gente de la foto estoy yo :D por tercera fila. Y este capítulo se lo dedico a mis Dadacumbas, que son las mejores petadoras del mundo.

Kisses.